Chasis. Convergencia/Divergencia.
Publicado: Mié, 19 Feb 2014, 00:54
La convergencia de cada rueda delantera se define como el ángulo que forma el plano
de la rueda con el eje longitudinal del kart. Cuando forman un ángulo agudo- las
ruedas tienden a encontrase por delante del kart, se cierran hacia
adelante- existe una convergencia. Si las ruedas se abren se dice
que hay divergencia. La convergencia se puede expresar en grados
del ángulo que forman, pero habitualmente se expresan como la
diferencia de las anchuras de vías medidas en el borde anterior y
posterior de los neumáticos o de las llantas.
Cuando las ruedas están perfectamente paralelas no hay
convergencia y es la configuración adecuada para una marcha más
suave, con la mínima perdida de potencia y el menor desgaste de
gomas. Cualquier ángulo introduce un valor de resistencia al avance,
y provoca un mayor desgaste debido a que los neumáticos ruedan
"arrastrándose" con un ángulo respecto a la dirección de avance.
Una excesiva convergencia causa un desgaste acelerado en los bordes externos de
los neumáticos mientras que una excesiva divergencia provoca lo mismo en los bordes
interiores.
¿ Para qué poner convergencia, entonces? Por otros dos aspectos importantes en la
conducción: la estabilidad direccional y la respuesta al cambio de dirección.
Cuando se introduce una ligera convergencia, cada rueda apunta ligeramente hacia el
centro de forma que sus direcciones relativas, las que tienden a efectuar las ruedas,
se cruzan por delante del coche. Cualquier pequeña variación producida por baches o
ligerísimos ajustes de volante tienden a ser anuladas en el sentido de la marcha ya
que las ruedas, al apuntar al interior, intentan recuperar la dirección recta. La
convergencia tiene, pues, un efecto de provocar una mayor estabilidad direccional, lo
que facilita una conducción mas relajada, menos crispada, debida a una dirección que,
en parte, autocorrije.
Por el contrario, al ajustar la dirección con divergencia, cada rueda tiende a escaparse
en direcciones distintas, a hacer girar el coche. Cualquier mínimo giro de volante
provocará un giro de la rueda interna mas cerrado que en la rueda externa. Ante
cualquier variación el coche tenderá a girar mas bien que a mantener
la línea recta.
Dicho de otro modo: la convergencia tiende a mantener el coche en
la línea recta, mientras la divergencia facilita el giro.
¿Cuál es el ajuste idóneo? Depende de los objetivos del reglaje. Hay
que buscar el compromiso entre la estabilidad, la facilidad de giro y el
desgaste de gomas. En un turismo de calle nadie quiere estar
peleando constantemente con el volante para recuperar la dirección
ante cada pequeño bache aunque el coche responda un poco peor al
inicio de cada curva. Sin embargo, un piloto de carreras puede
sacrificar la estabilidad frente a una mejor respuesta al giro. Por ello, en carreras
puede usarse una ligera divergencia mientras los coches de calle siempre vienen
ajustados con convergencia.
En cualquier caso, el posible ajuste divergente se debe realizar en el tren delantero.
Colocar divergencia en las ruedas traseras provocaría un excesivo sobreviraje y haría
el coche inconducible. Las ruedas traseras deben estar perfectamente paralelas o con
una muy ligera convergencia.
¿Más o menos convergencia ? ¿O divergencia? Depende de las características del
circuito, de las gomas, de la respuesta del chasis, de la forma de pilotaje, etc.
Podemos prever que en un circuito muy virado será más apropiada una mayor
divergencia que en un circuito con curvas mas suaves. O quizás en un circuito de
curvas suaves y muy rápidas ( un circuito oval, por ejemplo), una ligera convergencia
ayude a mantener el kart con la estabilidad adecuada. Por otra parte, cuanto más
rígido sea un chasis será tanto más sensible al cambio y necesitara menor variación.
El reglaje deberá tender a la mínima convergencia
o divergencia que produzca el efecto deseado. El
ajuste más habitual en sprint karts de 100 cc. es
divergente entre 0 y 2 mm. Poner cantidades
elevadas reduce la facilidad de rodaje en recta y
ocasiona importantes desgastes de los
neumáticos. Sin embargo, en sesiones de reglaje,
ajustar al máximo de convergencia o divergencia
puede servir para aclarar la tendencia y
sensibilidad del chasis. Con reglajes extremos hay
que pilotar con extrema precaución.
Determinados pilotos prefieren encontrar el reglaje
adecuado reduciendo la variación. Esto es, poner
la máxima convergencia o divergencia e ir
reduciendo hasta encontrar el ajuste adecuado. Otros, sin embargo, optan por poner la
ruedas perfectamente paralelas y probar pequeñas variaciones ( 0-2 mm.) en ambos
sentidos.
Es preciso realizar el reglaje de ruedas paralelas al menos una vez para poder tener la
referencia adecuada. Deberá realizarse midiendo cuidadosamente y variando la
longitud de las varillas de ajuste de forma que tengan entre ellas la menor diferencia
posible (ver página de El chasis). Apuntad las longitudes y realizad una marca en las
varillas para poder reajustar con mayor rapidez.
El reglaje debe realizarse en orden de marcha teniendo en cuenta el peso del piloto. Al
cargar el kart, el peso tiende a doblar el chasis hacia abajo, abriendo las ruedas. Como
las varillas mantienen la distancia, la dirección tiende a diverger. Este posible cambio
se debe medir para tenerlo en cuenta en caso de ajustes sin el piloto. También influye
en las caídas y avances.
de la rueda con el eje longitudinal del kart. Cuando forman un ángulo agudo- las
ruedas tienden a encontrase por delante del kart, se cierran hacia
adelante- existe una convergencia. Si las ruedas se abren se dice
que hay divergencia. La convergencia se puede expresar en grados
del ángulo que forman, pero habitualmente se expresan como la
diferencia de las anchuras de vías medidas en el borde anterior y
posterior de los neumáticos o de las llantas.
Cuando las ruedas están perfectamente paralelas no hay
convergencia y es la configuración adecuada para una marcha más
suave, con la mínima perdida de potencia y el menor desgaste de
gomas. Cualquier ángulo introduce un valor de resistencia al avance,
y provoca un mayor desgaste debido a que los neumáticos ruedan
"arrastrándose" con un ángulo respecto a la dirección de avance.
Una excesiva convergencia causa un desgaste acelerado en los bordes externos de
los neumáticos mientras que una excesiva divergencia provoca lo mismo en los bordes
interiores.
¿ Para qué poner convergencia, entonces? Por otros dos aspectos importantes en la
conducción: la estabilidad direccional y la respuesta al cambio de dirección.
Cuando se introduce una ligera convergencia, cada rueda apunta ligeramente hacia el
centro de forma que sus direcciones relativas, las que tienden a efectuar las ruedas,
se cruzan por delante del coche. Cualquier pequeña variación producida por baches o
ligerísimos ajustes de volante tienden a ser anuladas en el sentido de la marcha ya
que las ruedas, al apuntar al interior, intentan recuperar la dirección recta. La
convergencia tiene, pues, un efecto de provocar una mayor estabilidad direccional, lo
que facilita una conducción mas relajada, menos crispada, debida a una dirección que,
en parte, autocorrije.
Por el contrario, al ajustar la dirección con divergencia, cada rueda tiende a escaparse
en direcciones distintas, a hacer girar el coche. Cualquier mínimo giro de volante
provocará un giro de la rueda interna mas cerrado que en la rueda externa. Ante
cualquier variación el coche tenderá a girar mas bien que a mantener
la línea recta.
Dicho de otro modo: la convergencia tiende a mantener el coche en
la línea recta, mientras la divergencia facilita el giro.
¿Cuál es el ajuste idóneo? Depende de los objetivos del reglaje. Hay
que buscar el compromiso entre la estabilidad, la facilidad de giro y el
desgaste de gomas. En un turismo de calle nadie quiere estar
peleando constantemente con el volante para recuperar la dirección
ante cada pequeño bache aunque el coche responda un poco peor al
inicio de cada curva. Sin embargo, un piloto de carreras puede
sacrificar la estabilidad frente a una mejor respuesta al giro. Por ello, en carreras
puede usarse una ligera divergencia mientras los coches de calle siempre vienen
ajustados con convergencia.
En cualquier caso, el posible ajuste divergente se debe realizar en el tren delantero.
Colocar divergencia en las ruedas traseras provocaría un excesivo sobreviraje y haría
el coche inconducible. Las ruedas traseras deben estar perfectamente paralelas o con
una muy ligera convergencia.
¿Más o menos convergencia ? ¿O divergencia? Depende de las características del
circuito, de las gomas, de la respuesta del chasis, de la forma de pilotaje, etc.
Podemos prever que en un circuito muy virado será más apropiada una mayor
divergencia que en un circuito con curvas mas suaves. O quizás en un circuito de
curvas suaves y muy rápidas ( un circuito oval, por ejemplo), una ligera convergencia
ayude a mantener el kart con la estabilidad adecuada. Por otra parte, cuanto más
rígido sea un chasis será tanto más sensible al cambio y necesitara menor variación.
El reglaje deberá tender a la mínima convergencia
o divergencia que produzca el efecto deseado. El
ajuste más habitual en sprint karts de 100 cc. es
divergente entre 0 y 2 mm. Poner cantidades
elevadas reduce la facilidad de rodaje en recta y
ocasiona importantes desgastes de los
neumáticos. Sin embargo, en sesiones de reglaje,
ajustar al máximo de convergencia o divergencia
puede servir para aclarar la tendencia y
sensibilidad del chasis. Con reglajes extremos hay
que pilotar con extrema precaución.
Determinados pilotos prefieren encontrar el reglaje
adecuado reduciendo la variación. Esto es, poner
la máxima convergencia o divergencia e ir
reduciendo hasta encontrar el ajuste adecuado. Otros, sin embargo, optan por poner la
ruedas perfectamente paralelas y probar pequeñas variaciones ( 0-2 mm.) en ambos
sentidos.
Es preciso realizar el reglaje de ruedas paralelas al menos una vez para poder tener la
referencia adecuada. Deberá realizarse midiendo cuidadosamente y variando la
longitud de las varillas de ajuste de forma que tengan entre ellas la menor diferencia
posible (ver página de El chasis). Apuntad las longitudes y realizad una marca en las
varillas para poder reajustar con mayor rapidez.
El reglaje debe realizarse en orden de marcha teniendo en cuenta el peso del piloto. Al
cargar el kart, el peso tiende a doblar el chasis hacia abajo, abriendo las ruedas. Como
las varillas mantienen la distancia, la dirección tiende a diverger. Este posible cambio
se debe medir para tenerlo en cuenta en caso de ajustes sin el piloto. También influye
en las caídas y avances.